La parte más sencilla y natural al comenzar un negocio son las ideas, pero el obstáculo más grande es el miedo. Estas ideas comienzan de la forma más espontánea, al tratar de resolver problemas cotidianos, en pláticas con amigos, en un restaurante, al probar un platillo que le hace falta “ese algo”.
Sin embargo, siempre llegan esas preguntas que llegan impulsadas por el miedo, “y si fracaso, y si no funciona, y si no puedo, y si no lo logro”. El miedo nos ha salvado desde siempre, es responsable de protegernos ante una posible amenaza que podamos detectar, por lo tanto, nos frena a tomar riesgos.
Por ello, en CONTENEDORES MAS+ entendemos estos miedos que pueden llegar a recaer en los hombros de nuestros clientes y que esto sea una limitante para emprender su negocio adquiriendo un contenedor marítimo y es por eso queremos brindarte soluciones de cómo puedes superar esos retos.
Miedo a Perder Capital
El miedo a no conseguir la financiación necesaria y eventualmente, perder el dinero que invertiste. Sin embargo, te comentamos desde ahora que un contenedor nunca pierde su valor, ¿a qué nos referimos con esto?.
Digamos que rentas un local comercial para tu negocio y lo ambientaste a tu gusto y necesidades, en caso de que tu negocio no tenga el alcance que deseas, la inversión se queda dentro del local y ese capital no lo podrás recuperar.
En cambio, si adquieres un contenedor, por lo general, se renta el espacio dónde estará el contenedor; pero si modificas el contenedor, personalizándolo a gustos y necesidades, toda esa inversión puede moverse a otro punto e intentar nuevos aires. Es un activo que no pierde valor.
Y en caso de que decidas que no es lo tuyo o tal vez ya recaudaste lo suficiente como para jubilarte, puedes revenderlo en diferentes zonas debido a su movilidad, esto significa que tu área de cobertura para la venta del contenedor es mucho más alta, ya que existen varios emprendedores que buscan invertir en contenedores. Puedes decidir si vender o poner en renta el contenedor, así que no será nada difícil recuperar la inversión original y quizá hasta un algo más; son fáciles de vender en redes sociales y en el Marketplace.
Falta de Experiencia
La falta de experiencia puede ser uno de los miedos más grandes que hay, pero también puede ser nuestra mayor área de oportunidad. La información está a la mano, puedes comprar el libro más vendido, un curso en redes sociales, asistiendo a conferencias o incluso escuchando pódcast de casos de éxito de otras personas.
El camino al emprendimiento no es lineal, es una montaña rusa dónde habrá subidas y bajadas, pero son esas bajadas las que te darán el impulso para el siguiente movimiento. Se trata de prueba y error, de encontrar soluciones y avanzar con lo que tenemos. No tengas miedo a equivocarte, de ello siempre se aprende.
Falta de Creatividad
Si tu miedo tiene que ver con la creatividad o no poder vender tu idea a los clientes o posibles socios, no te preocupes con el simple hecho de adquirir un contenedor, ya estás demostrando un nivel de creatividad y no podemos olvidar que los contenedores son más ecológicos, esto traerá admiración a tus futuros clientes y por último, gracias a su estructura puedes modificarlo y personalizarlo a tu gusto para captar la atención de los clientes.
Visto todo lo anterior, te alentamos a que inicies tu negocio, toma riesgos, sal de tu zona de confort futuro emprendedor e impúlsate a tomar riesgos para destacar de entre los demás.
Anímate a siempre estar en movimiento, teniendo curiosidad del mundo exterior y conviértete en líder, demostrándole a tus trabajadores que eres una persona que siempre busca nuevas oportunidades, los harás sentir en confianza de que hay un camino a seguir y qué estás dispuesto a llevarlos a la dirección correcta.
Conclusión
El miedo siempre estará en nuestras vidas, depende de nosotros saber usar esa fuerza a nuestro favor y no en nuestra contra. Es una ola que luce amenazante, pero podemos usarla para alcanzar nuestra meta y superarla. Encontrarás más miedos, más retos por resolver, pero cada uno de ellos vendrá con una lección y la próxima vez estarás mejor preparado.
Te deseamos el mejor de los éxitos, buena suerte y que placer haberte ayudado a dar el primer paso; y quien sabe tal vez el siguiente paso sea la expansión de tu negocio y para ello un contenedor marítimo podría volver a ayudarte. ¡Éxito, emprendedor!
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